martes, 28 de octubre de 2008

Elecciones que prometen cambiar al mundo


Una mirada traslúcida, su cabello es tan blanco como los copos de nieve y su expresión muchas veces denota ternura, como esa que solo un abuelo suele inspirar, aunque a la vez su tenacidad y seguridad demuestran que se trata de un hombre lleno de experiencia, un hombre que ya a sus años, no le debe nada al mundo, por el contrario, el mundo le debe quizás mucho a él. Seguramente, muchos ya sepan a quien describo, se trata de John McCain, el candidato del Partido Repúblicano a la presidencia de los Estados Unidos, quien a la edad de 71 años, sigue luchando por ser presidente. Esto es algo que demuestra que McCain es un hombre competitivo y perseverante, cuya experiencia en el ámbito político es digna de admiración, pero tiene sentido elegir a un candidato qué tenga ya tantos años? Puede una persona de esa edad llevar las riendas de la primera potencia mundial, sin que su cuerpo le pase factura?

Por otra parte, su contrincante, es un hombre que expresa mucha más juventud, pero que ha sido cuestionado por su poca experiencia, solo tiene cuatro años como senador, es un hombre con una historia poco convencional, pero no por ello parece ser menos competitivo que McCain. Se trata de Barack Obama, el candidato por el Partido Demócrata.

En las manos de uno de estos dos candidatos, se encuentra el futuro de Estados Unidos y del mundo, porque uno de los graves problemas que le corresponderá resolver al que sea el ganador, es la crisis finaciera que agobia el mercado bursátil internacional.

Ambos candidatos protagonizaron su último cara a cara, su último debate presidencial, el pasado miércoles 15 de octubre de 2008. Como era de esperarse los medios de comunicación que se inclinan por el Partido Repúblicano, como es el caso de Fox News, declararon a McCain ganador y otros medios que se inclinan por los demócratas, como es el caso de NBC, declararon prácticamente a Obama como el próximo presidente de Estados Unidos.

En este último debate, los candidatos hablaron de otros temas, no solo del aspecto económico. Ambos candidatos expusieron sus ideas sobre: educación, salud, energía, el aborto y también a diferencia de otros debates conversaron sobre Latinoamérica, específicamente sobre Colombia y Venezuela.

Colombia figuró especialmente cuando ambos candidatos hablaron sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y el país vecino de Venezuela. McCain está a favor de la aprobación del Tratado, pero los demócratas y en este caso Obama están en contra. Durante el debate, Obama admitió que no desea que Estados Unidos ratifique una alianza con Colombia, porque es un país donde no se respetan los derechos humanos. A lo que McCain, le respondió: “El senador Obama no quiere un TLC con nuestro mejor aliado en la región, pero quiere sentarse al otro lado de la mesa sin precondiciones con Hugo Chávez, el hombre que estuvo ayudando a las FARC, la organización terrorista”.

Si bien Obama en este debate tuvo una excelente actuación y se perfiló como un líder conciliador, nuevamente en el tema de Política Exterior y en especial en el tema Latinoamericano demostró un vacío de información, realmente negativo para alguien como él que desea ser presidente. El simple hecho de que Obama ignore la importancia del gobierno de Uribe para Latinoamérica, más en estos momentos que la región está siendo tomada por gobiernos de izquierda; es para alarmarse. Que Obama no esté al tanto de los avances que ha realizado Colombia en su lucha contra las drogas y la guerrilla, los avances que ha obtenido el gobierno de Uribe con la liberación de rehenes, es simplemente insólito. Es entendible que un gran porcentaje de estadounidenses desconozcan el tema, muchos no saben aún y hay que admitirlo, si Colombia es un estado de México o si queda en África, la Geografía no es el punto fuerte de los yanquis. Pero que un candidato presidencial no exprese una idea profunda del tema, deja mucho que desear, no en vano McCain le dijo con propiedad: “Obama nunca viajó al sur de la frontera, no conoce Latinoamérica”.

Qué tan positivo puede ser para Latinoamérica el triunfo de Obama? Para algunos analistas, el triunfo de Obama es inminente, él tiene a su favor que demuestra una actitud conciliadora, que podría ayudar a la negociación de conflictos a través de la vía diplomática en América Latina y el mundo, pero qué puede negociar en ese caso Obama con Hugo Chávez? Sin duda alguna el petróleo, porque no existe punto de negociación en el aspecto político, Obama simplemente no puede negociar con Chávez que este sea menos socialista o menos antiyanqui, porque sencillamente dejaría de ser Chávez. En este sentido y cuando Obama asume públicamente que va a hacer este tipo de negociación, el único calificativo que se le puede dar es el de “ingenuo”.

El único negocio y problema real que tiene Estados Unidos con Chávez es que dependen del petróleo de Venezuela. Por eso, ambos candidatos durante sus campañas han expresado la idea de diversificar las fuentes de energía de Estados Unidos y así acabar con la dependencia del petróleo. Pero, la realidad es que el mundo entero depende del petróleo y tomará mucho tiempo y recursos encontrar fuentes alternativas; antes de que eso suceda, la relación entre Estados Unidos y América Latina necesita respuestas y las necesita urgente. Por eso, para los latinoaméricanos que viven en Estados Unidos, decidir por quién van a votar en estas elecciones, es sin duda una decisión difícil. Obama ha sido poco activo con los temas que afectan a la comunidad hispana; además, queda la duda si una vez que asuma el poder, se inclinará más hacia la minoría de los afroamericanos, en vez de la minoría latina.

Por otra parte, los latinos tienen a un McCain cuya prioridad tampoco es América Latina. Si bien es cierto que McCain tiene en su historia como senador amplios esfuerzos por tratar de aprobar una reforma migratoria a favor de los indocumentados que viven en Estados Unidos, la realidad es que su partido, los Repúblicanos, no aprueban esa clase de reforma, sin ir más lejos, durante todo el mandato de Bush que se ha hecho al respecto? Nada, al contrario, se ha propuesto, desde construir un muro en la frontera con México hasta llevar al extremo las leyes migratorias.

Los latinos se puede decir que estas elecciones están entre la espada y la pared. No obstante, luego de la visita de Obama al Estado de la Florida, según las encuestas publicadas por www.realclearpolitics.com y actualizadas este lunes, Obama tiene la delantera en el Estado de la Florida con 47.7 puntos sobre Mc Cain con 45.8, así, todo parece indicar que los latinos se inclinan por darle un voto castigo a los Repúblicanos y un voto a favor a los Demócratas, quienes al parecer serán los próximos protagonistas de la historia política de Estados Unidos, de ser así, ellos ahora tendrán bajo sus hombros, la gran responsabilidad de cambiar al mundo.

Por María Eugenia Fanti

viernes, 3 de octubre de 2008

La carrera del poder

Esta semana, el jueves 2 de octubre de 2008, se celebró el esperado debate entre los candidatos a la vicepresidencia de los Estados Unidos (EEUU), por el Partido Repúblicano, Sarah Palin y por el Partido Demócrata, Joseph Biden. Las expectativas eran grandes, en especial con respecto a Palin, actual gobernadora del estado de Alaska, quien además rompió la tradición republicana de “hombres al poder”, ya que desde 1984, ninguna mujer obtenía la candidatura a la vicepresidencia; la única fue en ese entonces, Geraldine Ferraro y pertenecía al partido demócrata.

Por otra parte, Palin había tenido poca exposición mediática. Según algunos críticos y analistas, esto se debía a que Mc Cain, la estaba protegiendo de su poca experiencia en temas económicos y de Política Exterior. Pero, también se puede ver como una estrategia de los republicanos, para mantener a Palin como una figura enigmática que atrayera aún más el interés del pueblo norteamericano. De hecho, desde que Mc Cain, la anunció como la segunda al mando, subió su popularidad; sin ir más lejos, la venta de la montura de lentes que utiliza Sarah Palin aumentó, quizás es un hecho bastante farandulero, pero la realidad es que las mujeres y en general el pueblo estaodunidense sintió especial simpatía por ella. Fue sin duda, una buena jugada de Mc Cain nombrarla vicepresidenta.

Pero si bien, en la política estadounidense vale mucho la simpatía y la popularidad, también tiene su peso en oro la experiencia, y eso es algo que le sobra a Joseph Biden, el candidato a la vicepresidencia por los demócratas. Para empezar ha sido senador desde 1972 por el estado de Delaware, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en tres oportunidades, fue candidato presidencial en 1988 y contrincante de Obama en las elecciones internas del partido demócrata.

Durante el debate, fue obvia la experiencia de Biden sobre la de Palin. Biden proyectó una gran seguridad durante todas la preguntas que se le hicieron, no titubeó ante ninguna y sus respuestas fueron concisas para el tiempo del cual disponía. Eso no ocurrió con Palin. Si bien, afrontó muy bien al público y a las cámaras, se notaba algo nerviosa, su respuesta en una ocasión excedió el límite de tiempo, al punto que no pudo concluir su intervención. No obstante, Palin hizo algo astuto y consistió en redireccionar sus respuestas, es decir que sea cual fuera la materia sobre la cual se le cuestionaba, ella hacía alusión al tema de la energía y el petróleo, asunto que conoce a fondo. Sin embargo, esto puede analizarse como una buena estrategia comunicacional, pero también denota a una Palin que temía quizás hablar a profundidad de aquello que definitivamente no conoce a sus anchas.

Una guerra más o una guerra menos


El contenido central del debate fue la crisis económica que ya al final de la jornada se ligó con Política Exterior, principalmente con el tema de la guerra de Irak. Al respecto Biden reafirmó que: “Lo que hemos gastado en tres semanas en Irak, es lo que se ha gastado en 7 años en Afganistán” con esta aseveración insistió en que lo más justo para el país es acabar con la guerra de Irak y traer a las tropas progresivamente de regreso. Además, este argumento lo apoyó con el hecho de que la verdadera cuna de Al Quaida está en Afganistán, no en Irak. Al respecto Palin, comentó: “Quiere que le digamos a nuestras tropas que saquen la bandera blanca…” haciendo alusión a que la salida de la guerra de Irak no es rendirse.

Si bien ambos argumentos suenan válidos, ninguno acierta, ni analiza una solución a fondo sobre el problema. Si como dice Biden realmente Afganistán es la cuna de los terroristas, entonces por qué Estados Unidos invadió Irak? Por qué se sumergió tantos años en una guerra sin sentido? Una guerra que tanto demócratas como repúblicanos aprobaron en su momento.

Por otra parte, con respecto a lo que afirma Palin, una guerra que tiene ya tantos años, en un país como Irak, donde la insurgencia y las pugnas entre regiones son culturalmente inevitables y que además, le ha traido tantas pérdidas económicas a EEU, acaso ya no es de por sí una guerra perdida? No es mejor sincerarse y sacar la bandera blanca? Qué sentido tiene seguir gastando tiempo y energía en una guerra que parece sin fin? En la que no hay garantías acerca de quién es el verdadero ganador?

No cabe duda, que el debate más allá de responder preguntas de fondo, fue una ponderación de fuerza, para medir quién hasta ahora ha alcanzado más poder, o los demócratas o los repúblicanos. Algunos medios, luego del debate publicaron sondeos que señalan a Biden como ganador, tal fue el caso de CNN y CBS.

Según el Miami Herald, Palin “salió bien librada del debate” y para la BBC de Londres no quedó claro cuál de los dos candidatos fue el ganador, es decir que hubo un empate.

Digamos que realmente hubo un empate, felicitemos a ambos candidatos. Esperemos que celebren, pero que tengan muy claro que sea cual sea el ganador de las próximas elecciones el 4 de noviembre, ya no se tratará solo de debatir, sino de asumir las riendas de un gran país que sin duda alguna está pasando por una grave crisis económica y financiera. Un país que necesita soluciones profundas y acertadas. No solo EEUU, el mundo entero, espera que el nuevo presidente abra nuevas rutas para la negociación y la resolución de conflictos económicos, politicos, energéticos, ambientales, por citar algunos temas. Ser cabeza de león siempre tendrá un costo y un grado de responsabilidad muy alto, es el precio que hay que pagar por estar al mando de la primera potencia mundial.

Está en las manos de la clase media, que es mayoría en este país, votar con astucia e inteligencia por aquel candidato que realmente ofrezca lo mejor para todos. El sistema capitalista, más allá de lo que dicen algunos opositores de EEUU, no está perdido y es la clase media la que en realidad tiene en sus manos el poder de elegir un futuro mejor.

Por María Eugenia Fanti
“Para nacer de nuevo hay que destruir un mundo, Herman Hesse”

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Comunicadora Social egresada de la Universidad Católica, Caracas, Venezuela. Amplia experiencia en la producción de contenidos digitales, audiovisuales e impresos.